10 de Mayo en México, día de las madres, hasta donde sé por ahora sólo día de las madres, con eso de que ahora hay hasta día de la ropa sucia, o día del amigo imaginario, o días de fiesta doble: el día de los tenis rotos se festeja a la par que el día del garrafón. En fin.
Dejando a un lado lo insultante que aun me siguen pareciendo
fechas como las de hoy o como el catorce de febrero, en las que basta una cena,
un mariachi o un bonito regalo para ser un soberano ojete el resto del año,
esta vez hay algo más.
Se ha creado en Twitter el bonito hashtag #ChingaTuMadrePeñaNieto. Antes que nada quiero dejar claro que no soy defensor ni
partidario de Jimmy Neutron, y que aunque también creo que no es el ser más
brillante definitivamente sí creo que aventaja por mucho a su genocida antecesor
quien nos heredó en cifras “oficiales” más de 80 mil muertos.
Así, hoy, predeciblemente, tendremos a miles, quizá millones
de twitteros que escribirán su #ChingaTuMadrePeñaNieto, y eso realmente no
sería más trascendente que una mentada de madre como las que hace Alex Lora,
pero esto, esto sí es importante y lastimero. ¿Por qué?
"Cuando escribíamos los guiones sólo había tres
condiciones: no criticar al presidente, al ejército, ni a la Virgen de
Guadalupe”, dijo alguna vez Marco Antonio Flota quien junto con Mauricio Kleiff
escribían los guiones de Los Polivoces. Cuando Manuel “el Loco” Valdés, hizo el
chiste "Bomberito" Juárez y "Manguerita" Maza de Juárez, dicen
que fue detenido en pleno programa y llevado a la delegación.
Hoy el gobierno es otro, más audaz, más inteligente. Y
además de muchas telenovelas, muchos Adales Ramones, muchas Academias y muchas
Lauras, propicia (y hasta patrocina) muchas mentadas de madre, groserías,
insultos, marchas y manifestaciones. Porque con todo eso mantienen al pueblo tranquilo.
Los revolucionarios “extremistas” con los que convivimos creen
que hacen el cambio rompiendo cristales, destrozando teléfonos públicos,
tomando tiendas y quemando camiones, o hasta golpeando a otros civiles. Sino pregúntenle
a su sindicato, grupo o sector de izquierda favorito.
Y los otros, los revolucionarios e indignados “cibernéticos”
creen que hacen el cambio posteando o escribiendo frases o hashtag como el que hoy estará de moda. Eso sí, para ser
revolucionario de este gremio hay que tener tablet, ipad, laptop, smartphone, una
computadora o ya de perdida poder pagar al menos media hora en algún café
internet, porque sino ¿cómo? Y así, este sector revolucionario hoy tirará
madres, desde su trabajo, desde su casa o desde el ciber. Y eso está muy bien,
pero lo que no está del todo bien es ¿y el cambio, y la revolución?
Tanto los revoltosos como los cibernéticos están exactamente
en la misma línea, ¿qué hicieron? Los primeros fortalecer a la industria, al
consumismo, a todo lo que critican y los segundos, también. Porque el trafico de
internet que crearán ¿apoco creen que no es capitalizable?
Y las noticias de la noche es seguro que no se hablará
sobre el tema, y los twitteros se indignarán y protestaran en sus casitas y
otra vez irán a desahogarse a su tablet, ipad, laptop, smartphone, computadora, y los más jodidos tendrán que esperar al otro día para poder indignarse pagando
el ciber.
Nuestro gobierno ha encontrado la forma de hacer mediático
el insulto y la indignación, “la dictadura perfecta” diría el demagógico y
convenenciero premio nobel Vargas Llosa.
Estamos en el 2013, dice Stephen Hawking que a la tierra aun
le faltan un par de décadas para desaparecer, la pregunta aquí es ¿será tiempo
suficiente para que entendamos que la ÚNICA revolución real y efectiva es la
educación? Que no hay otra forma de cambiar las cosas. Que solamente a través
de la educación es como se pueden dar y propiciar cambios reales. Que sin
educación por más camiones que se quemen, por más marchas que se hagan, por más
mentadas de madre que se den, las cosas sólo irán de mal en peor.
El precio de la luz acaba de aumentar, amenazan con subir el
precio del huevo otra vez, los gasolinazos son una constante, el IVA en
medicinas es inminente. Pero estamos sujetos, atados, no se puede hacer nada
porque estamos educados al igual que generaciones mayores y más chicas a no
hacer nada, a quedarnos viendo, a quejarnos, enojarnos, dar una mentada de
madre, una peda, futbol y a seguir chambeando ¡viva México cabrones! No hay de
otra, así estamos educados y así educamos.
