Destinado a soñar y a morir entre letras y sombras.
Atrapado en una telaraña de incertidumbres creada por él mismo.
Víctima de sus pensamientos, que lo sublevan y lo disuelven.
Lector caduco
que encuentra más y más preguntas a cada página que no deja de leer.
Hojalata hecha de paja que se oxida con su sudor
y se mata con su sal de mar en este desierto tan poblado de vida
que muere a cada minuto que pasa para no llegar jamás.
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