Y EL AGUA MANCHA EL CHARCO DE SANGRE inerme y deslumbrante. Tan armonioso como el estridente grito cóncavo que sólo lanzas a tu reflejo... y callas.
Sucumbes al espacio vacío de conciencia y ser.
Callas la noche, y cae en ti la palpitante y lívida oscuridad.
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