NO BASTÓ CON QUE TE DESTROZARA, lo he comprobado.
No bastó el hecho de que arrancara una a una
tus tres agujas infernales, malditas sean tus manecillas,
porque cada que avanzan marcan un juicio
¡Maldito seas reloj!
porque marcas los minutos sin ser dueño del tiempo.
Tú reloj infame no eres el tiempo, pero te disfrazas tan bien
que aun no llega el día que de mis horas pueda sacarte.
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