7 de agosto de 2011

SILOGISMO

Cuando abrí la puerta de mi habitación para entrar en ella, me encontré con que ya estaba dentro, pero como no lo recordaba entré y me vi a mi lado

El tiempo pasó y envejecí conmigo ahí dentro. A veces traté de hacerme plática pero  siempre pudo más mi silencio.

Cuando dormía lo hacía conmigo y casi siempre tenía pesadillas; al despertar me daba cuenta de que ya había despertado.


Dejé de comer, y el aseo personal dejó de importarme. Comenzaba a delirar conmigo, así que tomé papel y lápiz para dictarme testamento pero antes de empezarlo yo ya lo había terminado.

Estuve al borde de la locura, cuando de pronto la puerta de la habitación se me dibujo como una luz entre sombras, todo esto era absurdo ¿por qué estaba ahí? Lo único que tenía que hacer era salir. Me puse de pie y al abrir la puerta descubrí que yo estaba fuera tratando de entrar.

No hay comentarios: